Este año aprendimos que los planes e iniciativas que parecían imposibles o muy difíciles de implementar ante una situación de emergencia se hicieron viables y reales, como lo es ahora el trabajo remoto.
Las distintas empresas en el mundo reaccionaron e implementaron el trabajo remoto para poder continuar operando durante esta pandemia. Los primeros meses fueron de mucho trabajo y adaptación, y aunque todavía las prácticas tomadas deben de quedar respaldadas por políticas y leyes que protejan tanto a los empleados como las empresas casi el 50% de las empresas está considerando volverlo una práctica permanente.
La razón son los múltiples beneficios que ofrece para empresas y trabajadores.
Hay un ahorro para la empresa como para el empleado en sus gastos mensuales. A pesar de que la mayoría de los trabajadores admite que trabaja más tiempo al estar remoto, en su mayoría lo hacen sin problema y prefieren utilizar las horas que muchas veces perdían en el tráfico en adelantar actividades relacionadas al trabajo. Poder compartir más tiempo con la familia, hacer ejercicio e incluso comer más saludable generar un mayor compromiso en las personas.
El trabajo remoto era una tendencia que ya se anunciaba y empezaba a fomentar principalmente en empresas multinacionales, el coronavirus aceleró este proceso de transformación y lo convirtió de una tendencia a una realidad en todas las partes del mundo y en todo tamaño de empresas y tipo de industrias.
La apertura por fases además ha facilitado que se identifiquen los roles y áreas en las que más sentido hace mantener este escenario. Esta claro que hay puestos y actividades que exigen la presencia física, sin embargo, este año ha sido de muchas lecciones, y una de ellas es invitarnos a pensar fuera de la caja, encontrar nuevas formas de operar.
Son los mismos colaboradores que con su trabajo y esfuerzo han demostrado la posibilidad de cambiar y ajustarse a las nuevas formas de trabajar. Bajo presión y con múltiples responsabilidades la mayoría de las personas han logrado adaptarse y encontrar un espacio que les permita seguir realizando su función.
El trabajo remoto, ya es una realidad, pero esto no impide que se organicen reuniones con cierta frecuencia para mantener la conexión entre todos los trabajadores y la empresa.